Los trabajos funcionales, son las recetas culinarias, el software informático, los libros de texto, los diccionarios y otras obras de consulta, todo lo que se usa para hacer bien una tarea. Para los trabajos funcionales la gente necesita una libertad muy amplia, incluyendo la libertad de publicar versiones modificadas. Si alguien tiene una mejora que proponer en este tipo de obras debería tener libertad para hacer la modificación y publicar su versión mejorada --de forma gratuita o con precio--, dejando claro siempre quiénes son los autores y editores originales y de cada parte modificada. Es así como se están distribuyendo, por ejemplo, los manuales y la documentación del software de GNU (el proyecto de Stallman).
- Los trabajos que expresan una posición personal expresan experiencias u opiniones personales. Son de este tipo los ensayos (literarios, filosóficos, científicos, etc.), las ofertas comerciales, las memorias, las reseñas y comentarios de libros, películas o restaurantes, etc. Hacer copias modificadas de estos trabajos carece de sentido moral y de utilidad.
- Por último, los trabajos estéticos tienen como valor de uso principal proporcionar un goce estético, lo que les hace ser apreciados. Son las novelas, las obras de teatro, los poemas, las pinturas, la música, el cine, etc. No son funcionales y, por tanto, la gente no tiene necesidad de modificarlos y mejorarlos. Pero su distribución podría regularse siguiendo el ejemplo de la música: se permiten los arreglos y la reproducción de una canción, pero hay que pagar por hacerlo, aunque no es necesario pedir permiso. Quizás las publicaciones comerciales de estos trabajos, sean modificadas o no, si van a ganar dinero con ello podrían tener que pagar alguna tasa. Pero Stallman no se atreve a proporcionar detalles al respecto.
Quizás deberían ser las administraciones públicas las que ayuden a financiar estos proyectos, el dinero que en un principio se destinaría a comprar las licencias de software privado bien se podría destinar para desarrollar y mantener el software libre que necesiten, (un ejemplo de esto sería Linex en Extremadura).
Parece que cuando se dice: "paga la administración", el dinero aparece mágicamente de debajo de las piedras, como si lo pagase el tío Gilito.
ResponderEliminar¿Por qué todas las iniciativas de software libre convierten en omnipresente el botoncito de la donación? Joder, es como si cada vez que te atendiese la cruz roja te diese un sobre para que dejases dinero voluntariamente... Si la iniciativa es hacer algo de manera altruista y sin coste, me parece irrisorio que después esté el sobrecito de la donación por todas partes. Esto me resulta patético.
En cuanto a Ubuntu, desde el punto de vista del sentido común, no tiene mucha lógica que un grupo de programadores gane su pan con un proyecto así, mientras que ésto lo soporte una sola persona y después se hable de software libre. Desde luego, el "espíritu" se rompe.
En mi opinión el software libre debería originarse desde cualquier centro de estudio público, dando utilidad a, por ejemplo, los proyectos fin de carrera y en lugar de ser un tema libre que escoge cada alumno, pues que vaya enfocado a una parte del proceso de ese software libre. Ésta sería, por ejemplo, una forma de agradecimiento del estudiante por ese contribuyente anónimo que ha soportado parte del coste de sus estudios.
Si la administración se gasta millones de euros del contribuyente regional y nacional, como en el caso de Linex, y después lo regala. ¿Qué está regalando realmente?
Pues a mi la idea de Linex me parece buena, si al fin y al cabo la administración se tiene que gastar dinero en comprar licencias de Windows, ¿por qué no utilizar software libre y emplear el dinero de las licencias en mejorar ese software libre? No gastaríamos más dinero del que se hubiera pagado a Microchoft y crearía empleo en la región.
ResponderEliminarComo te digo la idea creo que es buena, otra cosa es que luego cuando se lleve a la práctica no se haga tan bien y se utilice como propaganda política.
En cuanto a lo que comentas sobre Ubuntu, aunque a los programadores les encanta programar, tienen que comer y alguien les tiene que pagar para hacer ese software libre. El dinero para pagar esto muchas veces puede que sea interesado, por ejemplo Google pagando Firefox, su interés tiene que ser que Internet Explorer tenga competencia. Aquí como dices el "espíritu" se rompe, pero no obstante el código está ahí para que cualquiera lo pueda utilizar, o sea que aunque el espíritu se haya roto, la finalidad del software libre se ha conseguido.
En cuando a lo de que las Universidades sean motor del software libre, la verdad es que me parece muy buena idea, no se como no se trabaja más en ello desde nuestras facultades.
En cuanto a tu última reflexión, precisamente creo que es lo que tiene que hacer la Administración utilizar el dinero de la gente en "regalar" servicios a la sociedad, como puede ser la sanidad, educación o en este caso el software.