La revolución de los pueblos

La Historia se está escribiendo estos días en los países árabes. No me cabe duda de que las revoluciones de Túnez, Egipto, Libia, Siria, Yemen, Bahrein, ... si siguen su curso y triunfan serán el primer hecho de este siglo a destacar en los libros de historia. Cuando en la prensa sólo se nombraba al mundo musulmán por su vinculación con el terrorismo, nos dan una sorpresa y el pueblo árabe se erige como ejemplo para todo el mundo luchando con valentía por la libertad, igualdad y fraternidad en contra de los tiranos que los gobiernan. Esa libertad, igualdad y fraternidad, lema de nuestra Europa. No han sido ni partidos políticos ni el islamismo, sino los propios ciudadanos quienes han salido a la calle a exigir lo que les pertenece. Y en Túnez y Egipto han demostrado que la revolución pacífica es posible, que si quiere el pueblo consigue lo que quiere de forma pacífica. Sin embargo, en Libia han dado con un loco que prefiere morir con poder antes de ser un patriota y dar a su gente lo que pide.
Por todo esto, qué pena tuve cuando Gadafi empezó a recuperar el terreno ganado por los rebeldes y a tomar represalias, por esto creo que está bien que les ayudemos a que defiendan sus derechos. Y qué pena me da también aquellos otros países que no aparecen en los periódicos y cuyas revoluciones no han tenido nuestra ayuda, como en Birmania. A los gobiernos de ciertos países asiáticos y africanos se les debería exigir un mínimo de respeto por los derechos humanos en lugar de venderles armas. Ojala las revoluciones no paren en el mundo árabe.
Estamos en un mundo nuevo. Si la imprenta fue origen de muchos cambios, Internet ahora nos proporciona por un lado información y nos hace menos ignorantes, y por otro lado permite que el pueblo se exprese y se comunique. La labor del líder se difumina y la comunidad por si sola puede convocar manifestaciones y hacer caer gobiernos, no sólo en el mundo árabe, sino también lo hizo en España o en Islandia, (dónde la gente llegó a cambiar dos gobiernos y rechazó leyes que obligaba pagar a los islandeses las deudas que generaron los bancos, os recomiendo leer este enlace).
Estos hechos nos demuestran que la humanidad sigue avanzando, que aunque en Occidente últimamente estemos perdiendo dinero con la crisis, en otros sitios se está ganando libertad y derechos humanos. La contrapartida negativa de todo esto, son los intereses que hay detrás, esperemos que estos poderes interesados no jueguen suciamente a poner marionetas en los nuevos gobiernos árabes.