Ya todos sabemos que por fin el Alakrana y sus tripulantes han sido liberados. Me alegro por ellos y no me importa mucho si el dinero del rescate ha salido del Gobierno (nuestro bolsillo), al fin y al cabo cabríamos a menos de 10 céntimos por ciudadano.
Ahora habría que pensar qué hacer para que esto no se vuelva a repetir. Varias soluciones han aparecido: que los pesqueros vayan escoltados por soldados del ejército o que puedan contratar seguridad privada.
Sin embargo, poco se ha oído hablar de atajar el problema solucionando su origen. Somalia es uno de los países más pobres del mundo y tiene un gobierno con poca autoridad. En este entorno lo normal es que proliferen bandas de delincuentes que al final controlan su trozo del pastel. Como siempre África es el continente olvidado, a merced de los intereses capitalistas occidentales, (esta vez intereses pesqueros). Quizás si Occidente ayudara a estos países y consiguieran alcanzar un nivel de vida aceptable, sus habitantes no necesitarían meterse en "trabajos" de este tipo (... tipo pirata), y habría un Gobierno capaz de controlar a estas bandas de delincuentes.
Si os interesa el tema y profundizar sobre la otra verdad de los piratas somalíes os aconsejo el artículo que ha escrito Joaquim Sempere en el diario Público, es muy interesante.
Por otro lado, en el siguiente video se puede ver que no para todo el mundo estos piratas son "los malos". En la costa los pescadores locales tienen el problema de que los grandes pesqueros les diezman los bancos de pesca, lo cúal hace que su fuente de ingresos y de comida se vea reducida muy significativamente. Sin embargo, la presencia de los piratas aleja a aquellos buques de sus costas, lo que le permite una pesca más fructífera.
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